Lic. Carolina Collado
“…no
es a través del sueño de un orden natural (…) que podemos
orientarnos. Este sueño, es el de un uso de la ciencia que trata de
reducirnos a la biología, que se puede descifrar a través de la
patología de estos cuerpos”1.
Eric
Laurent
Introducción
Hoy
con el avance de la biopolítica tenemos una respuesta de orden de lo
natural en los llamados trastornos. Se trata de diagnósticos que
hacen un ordenamiento del padecimiento, y cuya consecuencia es un
tratamiento desde la medicación y/o adaptación. Desde este discurso
se producen efectos de segregación que atraviesan los agrupamientos
sociales. Es desde esta perspectiva que me interesa abordar la
problemática. Teniendo en cuenta al psicoanálisis como una
respuesta diferente en relación a lo planteado; como un abordaje
distinto de la ciencia que intenta reducirnos a la biología o de la
homogeneización de los modos de gozar presentes en la segregación.
Biopolítica
Para
retomar brevemente el concepto de biopolítica, me interesa plantear
desde Foucault, que se trata de cómo el estado, incipientemente a
partir del siglo XVIII, incluirá entre sus cuidados el de la vida de
la población, lo que llevará a esta transformación de la política
en biopolítica.
Foucault
propone otra mirada de la biología, diferente a la de la
biopolítica, su mirada es en relación a la anomalía, al error;
haciéndolo intrínseco a la vida misma, vida y error. Refiere: “es
porque el error todavía constituye no el olvido o la postergación
de una realización prometida, sino una dimensión propia de la vida
de los hombres2”.
¿O acaso la vida humana puede ser concebida en términos de costos
y beneficios?
No
hay lo natural
En
relación a este supuesto “orden natural”, es leído lo que hace
ruido, lo que cae “fuera del programa3”,
como lo denomina Laurent en “El revés del trauma”, fuera de lo
programado/programable. El denominado “disorder”,
que es la manera de llamar al
trastorno en inglés, con esta acepción que muestra el fuera de
orden, natural, podríamos agregar. Es así como, desde esta
perspectiva por ejemplo, en relación a las adicciones, puede no
plantearse como problema el consumo de cocaína, a quien el objeto le
permite una mayor productividad laboral. Se trataría en este último
caso de una respuesta acorde al programa de la época.
En
el manual DSM IV se puede ubicar el conjunto de los trastornos
inducidos por sustancias. Detallados y separados, ahí donde lo
presente en la clínica es un uso heterogéneo de sustancias
múltiples o bien un corrimiento en el consumo de las mismas. Esto
último señala lo fallido del intento de ubicar en la sustancia el
poder de la adicción, ahí donde la ciencia forcluye al sujeto en la
relación con su modo de gozar. Es sabido que la dependencia física
y la abstinencia verdadera solo se pueden pensar en el alcohol y los
opiáceos. ¿Qué es precisamente lo que se tiene que poner en juego
en el tratamiento de pacientes con consumos problemáticos? Aún en
estos dos casos, distinguir el modo de vinculación de la sustancia
es central.
Su
contraparte, en el intento de los sujetos de la época por orientarse
por la clasificación. Y una clínica que rompe con esto, la apuesta
desegregativa que al tener en cuenta el umbral mínimo de exigencia
en la modalidad del tratamiento, tomando este rasgo que unifica que
es el modo en que se presentan los individuos, pero teniendo presente
el goce allí en juego.
Ahora
bien, si tomamos las sustancias psicoactivas: drogas, alcoholes,
psicofármacos y productos industriales. Siempre hubo de estas
sustancias, la diferencia se encuentra en ubicar que no siempre hubo
drogodependencia o consumo problemático, indica un cambio en los
modos de gozar. Entonces es diferente el consumo o uso simple de
sustancias a el uso problemático, drogodependencia u operatoria del
pharmakon.
Por
otro lado, muchas veces se intenta presentar un “antecedente
hereditario”, o de predisposición, como una capacidad de ser
adicto. La respuesta cae nuevamente en un orden natural, en este caso
la herencia, borrando de plano cualquier pregunta por la subjetividad
en juego. En este sentido Laurent4
plantea que “la insistencia de
los analistas por transmitir que no se trata de factores biológicos
genera un odio terrible”. En
tanto la mirada psicoanalítica al plantear que no se trata de que
los trastornos tienen una inscripción en el cuerpo, sin ninguna
mediación con el Otro.
Por
el contrario y en palabras de Silvia Quevedo “Será
preciso situar la función de cada montaje si se trata de una
problemática neurótica destinada a evitar la angustia, a cancelar
el conflicto psíquico, por ende la división subjetiva (montaje de
suplemento), o si el montaje ocupa el valor de una función
compensatoria imaginaria en la psicosis, o una falta de elaboración
del cuerpo pulsional o para suplir una parcial apertura del goce
(suplencia narcisista), para luego pasar a ubicar el valor enigmático
que ocupe en la singularidad de cada quien”.
Por eso se trata de una clínica transestructural, ya que el montaje
de la adicción no es una estructura en sí misma.
Respuestas
a la angustia presentes en la época según Guy Trobas, ya no regidas
por lo simbólico en tanto el síntoma, sino más del lado de la
inhibición (imaginario) o pasaje al acto y acting out (real).
Agregaría la sustancia, en tanto real. No es casual el acting y el
pasaje al acto, tan presente en esta clínica.
Por
otro lado, aunque el pedido de tratamiento sea a la manera de que se
les quite de modo quirúrgico su problemática con el tóxico, se
dirige a un analista, de ahí la apertura a otro juego, el ajedrez
freudiano, nuestra oferta se convierte en demanda, pedido del
paciente, en relación a un sufrimiento.
Viñetas
Se
presenta un paciente al Centro Carlos Gardel con una demanda muy
específica, un tratamiento de varias veces por semana, en relación
a su consumo de cocaína iniciado hace 20 años. Desde el comienzo de
la entrevista, la analista interviene ubicando determinadas
cuestiones que ponen a la luz un malestar del paciente que va in
crescendo. Estas intervenciones apuntan a poner en cuestión dichos
del paciente que una y otra vez lo desresponsabilizan, se ubica fuera
del goce en juego.
De
entrada la analista capta cierta cuestión del control/descontrol,
dicho al pasar por el paciente, ¿De qué se quiere controlar? A lo
que responde de los impulsos, los que lo llevan a consumir de vez en
cuando. Al preguntar, surge la frecuencia: un consumo que dura más
de 24 hrs y es todas las semanas. La intervención allí:
no tan de vez en cuando, todas las semanas.
En
esta misma línea ubicará una denuncia por violencia familiar, lo
que plantea raya el sin sentido, cuestión que no es dejada pasar por
la analista. Se obtiene casi una confesión que no se articula a
ninguna pregunta o algo de la culpa, sí aparece más que una excusa
una definición: cuando consumo
no soy yo, soy celoso y agresivo.
Entonces ahí la intervención sostiene que la droga no tiene ese
poder.
En
relación a este modo de presentación, la pregunta es por la
estructura en juego ¿Se trataría de una perversión? No se escucha
la irrupción de goce proveniente del Otro propia de la psicosis, ni
se trataría de la censura de la represión o del pudor en juego en
el relato de las escenas, presente en la neurosis. Ni tampoco,
muy común en esta clínica, el presentarse a confesar todo dejando
al analista en un lugar de depósito. Antes bien, contribuye a la
puesta en escena perversa, en este paciente se ve claramente en un
momento en donde el analista capta en el discurso y devuelve en forma
de pregunta, si el consumo es llevado a cabo delante de menores.
Había
realizado tratamientos anteriores en instituciones relacionadas, los
cuales abandonó, y refiere no creer en los lugares de internación.
Al cierre de la entrevista la analista propone una derivación a un
lugar más adecuado para la problemática de este paciente en este
momento, ahí irrumpe el descontrol, esta vez no es efecto de la
sustancia. No admite la derivación, quiere ser atendido en la
institución bajo sus condiciones, ubicándose en el paradigma de la
época, en tanto la demanda de atención ya y bajo sus condiciones,
en la línea del yo lo merezco.
La
segunda viñeta se trata de un adolescente, quien plantea venir
porque se pelea con su familia y consume. Es interesante el planteo,
de entrada algo más que el consumo, las peleas familiares. Aunque
rápidamente aparece un no pasa
nada, somos así, es mi mamá la que quiere que venga.
Ahora
bien, las peleas son por la denuncia del paciente sobre el consumo de
su hermano, ahí donde ambos salieron de una internación. Es claro
en relación a este caso el corrimiento de las sustancias, en tanto
plantea que antes de ser internado consumía pasta base y cocaína
para pasar a consumir marihuana luego de la internación. Aludiendo a
su vez que volvió a probar todo cuando salió y decidió continuar
solo con esto y que consume cuando tiene o le regalan. El corrimiento
de las sustancias, que no es una escalada.
La
encrucijada, el momento de comienzo del consumo, dos años atrás al
conocer a su padre, por decisión de su madre “nos convidó pasta
base, a los tres meses se murió y se me hizo diario”. Le Poulichet
plantea la cancelación del tiempo: narcosis en la vigilia, que
incluye el momento en que comenzó el consumo o se hizo problemático,
parecería tratarse de esto aquí. Por otra parte parecería tratarse
también de un rito de iniciación. Llama la atención además, que
en relación a la internación que refiera “le dije a mi mamá que
me quería internar”, ¿Qué demanda a esta madre?
En
la entrevista se mezcla lo que le pasa a él y lo que hacen sus
hermanos, donde lo mismo que lo enoja, luego refiere que él lo hace.
“Siempre fuimos muy unidos, saltamos uno por el otro” ¿Cuál es
la comunión de estos hermanos? El mismo inicio de consumo, el mismo
momento de internación, la misma problemática con la ocupación. Y
la demanda a esta madre que responde consiguiendo trabajos y lugares
de internación.
Conclusión
Para
concluir, la mirada del psicoanálisis marca una diferencia. Ya
presente en Freud, al poner al trabajo lo que no es tomado en cuenta
por las otras ciencias del momento: sueños, fallidos, olvidos, etc;
en relación a lo singular de estas producciones. En concordancia con
Foucault el error en relación a la vida.
En
esta vía, si el síntoma social es en relación a la época y nos
atraviesa en los modos de goce, no es un para todos igual. Más que
nunca se trata de la singularidad, del sujeto. El psicoanálisis es
una experiencia subjetiva. Y hablamos del sujeto que Lacan
subvierte. No se trata del sujeto como una unidad en relación a sus
funciones psíquicas, como puede serlo para la psicología; tampoco
de un sujeto a abolir como propone la ciencia; ni del sujeto absoluto
de Hegel. Sino de la división del sujeto.
1
LAURENT, E: “Conferencias de Eric Laurent. Patologías de la
identificación en los lazos familiares y sociales”. En
EricLaurent, Graciela Musachi, Guillermo Belaga en Patologías de la
identificación en los lazos familiares y sociales., Bs. As., Grama
Ediciones, 2007.
2
FOUCAULT, M: “La
vida: la experiencia y la ciencia” . En GIORGI, G y RODRIGUEZ, F:
(Compiladores): “Ensayos sobre Biopolítica. Excesos de vida”.
Bs. As., Paidós, 2007.
4
LAURENT, E: “Conferencias de Eric Laurent. Patologías de la
identificación en los lazos familiares y sociales”. En
EricLaurent, Graciela Musachi, Guillermo Belaga en Patologías de la
identificación en los lazos familiares y sociales., Bs. As., Grama
Ediciones, 2007.
Bibliografía
- COLETTE, S: Sobre la segregación. Publicación del T y A. Año 1995.
- GIORGI, G y RODRIGUEZ, F: (Compiladores): “Ensayos sobre Biopolítica. Excesos de vida”. Bs. As., Paidós, 2007.
- LACAN, J: “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el inconsciente freudiano” en Escritos 2. Siglo XXI Editores, 1975.
- LAURENT, E: “El revés del trauma” en Ornicar digital nº 204, 2002.
- LAURENT,E: “Conferencias de Eric Laurent. Patologías de la identificación en los lazos familiares y sociales”. En Eric Laurent, Graciela Musachi, Guillermo Belaga “Patologías de la identificación en los lazos familiares y sociales”., Bs. As., Grama Ediciones, 2007.
- LE POULICHET, S: “Toxicomanías y Psicoanálisis. Las narcosis del deseo”. Amorrortu editores 1990.
- QUEVEDO, S: Tratamientos de usuarios de drogas, con criterios de umbral mínimo de exigencia”. Inédito.
- QUEVEDO, S: “Lazo social o segregación: el recurso de las drogas” en “Clínica Institucional en toxicomanías. Una cita con el Centro Carlos Gardel”. Ed. Letra Viva. Año 2006.
- STEVENS, A: La errancia del toxicómano. Texto escrito a partir de una intervención en las Jornadas de Aniversario de Enaden en noviembre del 2002. Publicado en Quarto Nº 74, Revue de psychanalyse, École de la Cause Freudienne. Traducido al castellano por Esmeralda Miras. Inédito.
- TESTA, A: “El psicoanálisis y los tratamientos de las adicciones”. El Psicoanálisis y los tratamientos de las adicciones. Sobre el límite de la práctica”. Conferencia Ciclo IOM , La Plata.15/8/2008.Inédito-
- TROBAS, GUY: “Tres respuestas del sujeto ante la angustia: inhibición, pasaje al acto y acting-out””. En: AA.VV. NEL-Miami Logos 1. Seminario dictado en la NEL - Miami el 6 de abril de 2002. Editorial Grama. Año 2003.
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